Maní Argentino
Reporte de Evolución de Cosecha
Febrero 2019
Visión General
La cosecha de maní argentino continúa evolucionando bien y de acuerdo a las expectativas. A pesar de los registros de bajas precipitaciones durante febrero, la primera semana de marzo trajo el alivio de lluvias que permitieron a las plantas de maní dejar atrás los signos iniciales de estrés hídrico que se habían manifestado como consecuencia de los bajos registros de lluvias. En consecuencia, las plantas se encuentran en las últimas etapas de desarrollo, con buenas condiciones de humedad y temperatura, por lo que las vainas se están llenando con granos abundantemente. Las estimaciones iniciales de rendimiento son optimistas.
No obstante, las etapas críticas del ciclo aún están pendientes: arrancado y cosecha. Se requieren buenas condiciones ambientales para realizar estas tareas con sincronización y eficacia óptimas. Si dichas tareas se pueden realizar sin problemas importantes, estaríamos en presencia de una muy buena cosecha en términos de cantidad y calidad. A pesar de que la superficie plantada en Argentina se redujo significativamente este año, los rendimientos podrían compensar la reducción.
En cuanto a la condición del cultivo, luego de visitas a los diferentes campos, el equipo de agrónomos de Gastaldi ha asignado las siguientes calificaciones:
• El 68% del cultivo ha sido calificado como excelente o muy bueno.
• El 31% ha sido calificado como bueno.
• Solo el 1% ha sido calificado como malo.
Esta clasificación general muestra claramente que el cultivo está evolucionando en línea con las expectativas.
Mapa de la Principal Zona de Maní Argentino
La principal área de maní en Argentina incluye las provincias de Córdoba, La Pampa, San Luis y Buenos Aires. En términos generales, se puede dividir de la siguiente manera:
Análisis de la Situación Agroclimática
Resumiendo las condiciones climáticas que prevalecieron durante febrero, informamos que se registraron precipitaciones de diferente magnitud en las zonas de cultivo de maní. No obstante, los registros acumulados a lo largo del segundo mes del año fueron muy inferiores a los registrados en enero.
Los guarismos más altos se registraron en la zona Norte, mientras que en el zona Centro-Sur, la lluvia contribuyó a la atenuación de los síntomas de estrés hídrico exhibidos por las plantas, que acarreaban una necesidad considerable de agua. Vale la pena señalar que las plantas están pasando por la etapa de mayor demanda de agua de su ciclo de crecimiento, por lo que los requisitos de humedad para lograr buenos rendimientos son altos. Por otro lado, la zona Centro fue la más afectada por la falta de agua, lo que generó estrés temporal en las plantas. La situación de estrés surge debido a la gran estructura vegetativa lograda por los maníes, generando una gran demanda de nutrientes para llenar las vainas con granos. Febrero terminó con registros de lluvia más bajos que el promedio histórico para esta época del año.
Adentrándonos en la primera semana de marzo, importantes lluvias fueron recibidas con alivio y gratitud, especialmente durante el último fin de semana. Los registros mostraron lluvias considerables que se distribuyeron de manera homogénea en toda el área manisera. El momento no podría haber sido mejor, ya que las plantas pudieron dejar atrás los signos iniciales de estrés hídrico. Estas lluvias terminaron de “asegurar” la cosecha, dado que los buenos rendimientos en la mayoría de las áreas están garantizados. El centro de atención se concentra ahora en las condiciones en que se realizará el arrancado y la cosecha. Se requieren días calurosos y soleados para lograr resultados óptimos.
En cuanto a los registros térmicos, en febrero se registraron valores normales para esta época del año. Las temperaturas mínimas rondaron los 20 °C, mientras que las máximas oscilaron entre los 33 °C y los 35 °C. Por otra parte, durante la última semana de febrero, se registraron heladas inusuales en el sur y el sudeste de La Pampa y Buenos Aires, lo que causó gran preocupación entre los productores. No obstante, la duración de la helada no fue sustancial, por lo que el daño que se produjo no fue de gran consideración.
Distribución de agua útil en Córdoba
La máxima capacidad de retención o “capacidad de campo” implica que la extracción de agua por los vegetales se produce sin ninguna dificultad. Entre la capacidad de campo y el punto de marchitez permanente existe el rango de lo que denominamos Agua útil en la capa arable.
En la figura se observa que para fines del mes Febrero, en el área manisera, los valores se encuentran entre un 40% y 60% de agua útil en el perfil del suelo. (Condición campo).
Fuente: FAUBA
Evolución del Estado Fenológico del Cultivo
Hoy en día, en términos generales, el maní se encuentra en una etapa avanzada de llenado de vainas. Se reporta que los maníes en todas las áreas se encuentran atravesando las etapas R5 y R6.
Estados de Desarrollo del Maní
V1: primera hoja tetrafoliada
Vn: n-nudos sobre el tallo principal
R1: comienzo floración
R2: comienzo enclavado
R3: comienzo formación de cajas
R4: caja completa
R5: comienzo de llenado semillas
R6: semilla completa
R7: comienzo madurez
R8: madurez de cosecha
Tareas culturales a realizar
Los tratamientos con herbicidas para el control de malezas continuaron en todas las áreas de nuestro mapa de referencia. Productores y técnicos comenzaron a planificar la tercera aplicación de fungicidas para prevenir enfermedades foliares (Viruela del Maní). Al día de hoy, encontramos tasas bajas de incidencia y gravedad de esta enfermedad, pero debemos estar alertas porque los lotes presentan grandes cantidades de inóculo en la superficie.
Problemas Agronómicos a Resolver
El problema más crítico hoy en día está relacionado con la presencia de una plaga llamada Arañuela Roja (Tetranychus urticae). Esta plaga aparece cuando hay escasez de agua y comienza afectando a la planta al crear una suave decoloración pálida, que luego se convierte en hojuelas totalmente “parduzcas”. La enfermedad es irreversible y, en el mejor de los casos, la recuperación solo puede ser mínima. El daño persistiría incluso después de que haya llovido considerablemente y/o la plaga haya sido controlada de manera eficiente.
Por otra parte, una enfermedad llamada Sclerotinia sp. también se ha detectado, aunque no constituye un riesgo significativo, a la fecha de este informe. Esta enfermedad genera característicamente un moho blanco en el cuello de la planta donde crecen los esclerocios, lo que debilita los hilos de conexión entre la planta y las cajas, por lo que aumentan las pérdidas en el momento de arrancado. Un monitoreo correcto de la enfermedad es clave para definir el momento óptimo para arrancar el maní en los campos.
Actualmente no se observan problemas en el manejo de las enfermedades foliares, auqnue la rotación de los fungicidas será de vital importancia para evitar la resistencia.
Apreciaciones finales
A medida que nos acercamos al final de un nuevo ciclo de cultivo de maní, las perspectivas en términos de rendimiento y calidad son prometedoras. Las importantes cifras de lluvias que registradas en enero y principios de marzo principalmente, aseguran que los rendimientos promedio serán más altos que los del año anterior, cuando se produjo “la peor cosecha en 50 años”. Estos rendimientos prometedores podrían contribuir a compensar la fuerte reducción en el área sembrada que se informó al comienzo de la temporada. A pesar de la presencia de problemas típicos para esta época del año, tales como malezas, plagas y enfermedades, los agrónomos informan sobre muy buenas condiciones en la mayoría de los campos sembrados con maní.
Vale la pena señalar que estas expectativas optimistas deben tomarse con mucha precaución, ya que el ciclo del maní aún no está completo. El arrancado y la cosecha son los próximos hitos que se deben alcanzar, por lo que se requieren buenas condiciones climáticas.
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